Lo que escuche cuando me cantabas

Hoy exactamente en fecha se cumple un año de que perdiera a la persona que más amaba y con quien comparti muchos gratos recuerdos. Durante este ciclo de "vida" se han venido a la mente muchas escenas que desde un principio de esa relación eran ya fantasmas que con el tiempo se convirtieron en mountros que cierto se escondieron detrás de los momentos bellos esperando hacer de las suyas cuando fuera oportuno causar dolor.

El recuerdo más cruel sigue siendo aquel momento en que apareció aquel individuo que en menos de un segundo me mostro la verdadera cara de quien yo amaba, me duele aún ese comportamiento nada propio en ella. Y recibí un mensaje anónimo a mi cuenta de correo que honestamente dudo que lo escribiera ella, pero que me hizo reír tanto suponiendo que viniera de su parte, porque se conjuga con el texto de la canción del "Mago", que he hecho mía porque me identifico mucho con ese feo, por el que jamás sintió amor.

Y es verdad ahora recuerdo que fue ella quien vino a mi trabajo a provocar una relación, que ella vino a casa y no una ni dos veces, que amparada en su belleza sabía que bastaba incluso proponer un deseo para que pudiera reírse a carcajadas de las personas como yo.
A pesar de los miles (y no es exageración) de mensajes de texto donde quien no le inspiraba nada, se contradice, pues en algunos era yo la persona más importante en su vida y en otros era el loco que se estaba ilusionando con alguien que podía tener a quien ella quisiera tan solo con chistar el dedo y no hubiera sido el primero pues desde sus años de juventud a tenido lista de seguidores. Pues aún así a quien buscaba en primer lugar cuando algo salia mal ese si era yo.

Como olvidar que nunca hubo recíprocidad en el acompañamiento de los malos momentos, yo tuve que aguantar la noche de desvelo por un accidente de tráfico, aún sin hacerlo porque no tengo la capacidad de estar en dos lugares al mismo tiempo a quién recurrió cuando la dejaron sola y con la despensa sin pagar en el super mercado, quién tuvo que escuchar los llantos de dolor por una discusión llevada al extremo de los golpes, quién soporto las puñaladas de estar sintiendo que la tierra se movia por un instructor o por el médico que obsequio una operación, a quién dejaba en el rincon de la tienda de ropa por responder una llamada "espiritual", o escondido entre la gente en la ceremonia de graduación y en la fiesta misma. Y en cambio cuando yo necesite un "aventon" al hospital en dónde estuvo? El mismo día del adiós cuando lloraba y no por ella, sino por renunciar a lo que me sostenía a Dios y a la vida misma, cuando le pedí hoy no me reclame nada, dejeme llorar, cuál fue la insistencia? Su nuevo amigo, el que no estaba tan mal, el que "le salvo la vida",el que podía pagar, el vendedor de seguros que la hizo sentir de 20 años, el que la intereso en el futbol, la promesa quizas del bando equivocado.

Un año en el cual quien como siempre tuvo que pedir perdón y aún no comprendo ni por qué, fui yo. Y poner en claro que no fue ataque sino reacción y que fue un acto de amor, termino por separarme para siempre de quienes no tenian porque pagar los errores de nosotros. Un año en el que el mayor deseo a sido morir pero que sigue dejandome ver la luz de uno y otro amanecer. Un año en el que la fe, se marcho al "carajo" y no por la desilusión de aquella tarde de agosto, sino por la respuesta aquella madrugada desierta en la que pese a abrir el corazón se me juzgo de pendejo (pues ni modo esa es la única palabra que realmente define a ciencia cierta) por no aprovechar la ocasión.

Un año en el que solo recibí un mensaje que esta expuesto en el gráfico, que de ser de ella es otra mentira y de ser verdad es muy tarde, pues el feo esta sanando heridas y pronto extendera las alas.

Los discos del "Mago" ya están en el blog, ojala los descargues y comentes que te parecen.

Letra:

Cuando escuché esta canción me imagine lo difícil que es perder a un ser amado porque la muerte nos lo arrebata. Yo he perdido a familiares he perdido amigos, pero la canción me transporta al hecho de perder de alguien a quién amamos de una forma especial.

Creo que de inmediato se vienen a la memoria todos esos recuerdos de las cosas vividas, los sueños en común, los detalles que hacian especial un evento, la ausencia de ese amor nos lleva irremediablemente a un estado de depresión tal que la única opción justa es no vivir más sin ella.

Y aún cuando nuestros principios nos llenen con la esperanza de que el ser que ha muerto esta en un lugar mejor que este planeta, al lado de ese ser al que llamamos Dios, es precisamente a él a quien vamos a culpar no una, ni dos veces por el hecho de tenerla a nuestro lado. Aunque intentemos aceptar que es Él quien sin tener que dar explicaciones da y quita la vida porque finalmente es suya, no es nada sencillo quedarse a menudo sin la respuesta de por qué partió.

Perder por la muerte a un ser amado no me a tocado, perdí sí a alguien que curiosamente le llamé siempre "Princesa", la perdí primero porque la llevaron a conocer a Dios por un camino diferente al que yo le compartía y verla renegar al principio, crecer porque es verdad que en ciertos aspectos trabajan muy bien pero adoptar ese aire de "superioridad" de "orgullo" y comportarse de una manera arrogante no era nada agradable.

La perdí porque como persona creció también y el desarrollo humano es así, ella necesita vivir lo propio de su edad y de su ambiente, aunque ahí también me he decepcionado de la supuesta solidez de unos principios que no existen, como me dolio leer un comentario en el blog de fotos que seguramente mamá ni siquiera sabe que existe, y si lo sabe que lástima que no corrija la conducta, aunque quizas solo sea un reflejo de lo que aprendió en casa.

La perdí porque de nada sirvio pedir perdón, decir te amo, demostrar que dentro de todo había razón para esa equivocación, pero nada puede justificar que el castigo se expandiera a quienes más amaba.

Tristemente porque el tiempo pasa sin detenerse, tengo que aceptar que nunca más volveré a enamorarme Princesa, el futuro era nuestro pero ... se acabó.

Como siempre te dije, Princesa, ¡te quiero mucho... nunca lo olvides!